El uso de la hoja de laurel con fines medicinales se conoce desde la antigüedad. En la medicina popular se utilizaba para fortalecer el organismo, mejorar la digestión y aliviar la inflamación.
La hoja de laurel contiene aceites esenciales, taninos y antioxidantes que tienen un efecto beneficioso sobre el organismo. Se utilizaba una infusión para mejorar el apetito y una decocción para facilitar la respiración durante los resfriados. También se creía que las hojas de laurel ayudaban a relajar y aliviar la fatiga.
Antiguamente se colocaba debajo de la almohada para eliminar las pesadillas y mejorar el sueño. Los baños con infusión de laurel se utilizaban para calmar la piel y aliviar la irritación.
Las investigaciones modernas confirman que la hoja de laurel tiene propiedades antibacterianas. Los extractos a base de ella se utilizan en productos cosméticos naturales y preparados médicos. Sin embargo, es importante recordar que antes de utilizar cualquier remedio popular, es mejor consultar a un especialista.
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